información de los medios de comunicación. Y por lo general los seres humanos siempre plantean sus objetivos de vida: "Quiero ser..." "Quiero hacer...". Y si tomamos en cuenta la felicidad humana, muy pocos la consiguen.
Muchos se frustran al ver que sus metas jamás se lograrán, porque aunque suene cruel, a veces el trabajo duro no es suficiente en si mismo para lograr las metas. La fe jamás ha ayudado a nadie, solo a darle un poco de calma para no sentirse con tanta frustración. Cuando conseguimos la voluntad de poder nos damos cuenta que no hay objetivos por el cual vivir. El único objetivo de vivir es vivir.
La voluntad de poder se necesita para abrirnos más hacia la realidad, y darnos cuenta que lo único que queremos es expandirnos en cuanto a nuestros objetivos. ¡Vivir porque queremos vivir!".
Friedrich Nietzsche nos habla del superhombre. El superhombre es aquel que se libera de las morales humanas y sigue como amante de la verdad, para esto se necesita "la muerte de Dios".
"La muerte de Dios" es importante para el superhombre, ya que éste necesita autosuperarse, es decir, combatir con si mismo para ser mejor que el hombre común, que necesita a Dios para vivir, ya que Dios logra ocupar un vacío existencial de éste, para no tener sufrimiento y poder continuar su vida sin pensar en otras cosas ajenas a sus objetivos, porque tiene miedo a vivir, y también miedo a morir.
El hombre vive en esta cobardia constante de tanto el miedo a la vida como a la muerte. El superhombre tiene como único objetivo vivir porque quiere vivir, quiere pensar, quiere vivir en nihilismo, y la vez esta es su felicidad.
Cuando se habla de nihilismo se habla de la negación total hacia las interpretaciones humanas.
La felicidad se encontraría a través de este nihilismo, y al encontrar nuestro verdadero objetivo contar solo con la ayuda de si mismo y su automotivación, sin la fe que se encuentra en el hombre de entrar en la realidad y encontrar su propia verdad.
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